Vivencias: Mi Hobby - 2da. parte -

Inicio el año con esta entrada que quería publicar pero no había tenido el tiempo de terminarla y ahora que ya tengo un poco más de tiempo libre finalmente la termine y es continuación de una de las primeras entradas de este blog de hace algunos años, espero les guste.

Todos tenemos muchas historias que contar y puedo asegurar que cada una de ellas es muy interesante y a la vez única, el truco es saber como contarlas. De esta forma les doy la bienvenida una vez más a este su humilde blog sobre miniaturas, compartiendo con ustedes la segunda parte sobre como lo que sucede en nuestras vidas tiene un tiempo y lugar, sin mas preámbulo comencemos.

Mucho años después (más de 7 años aproximadamente) desde mi primer acercamiento al mundo de las miniaturas y el modelismo, me enteré que habían abierto un local en donde rentaban y vendían videojuegos muy cerca de donde vivía, en esa época aparte de estudiar, lo que más hacía era precisamente jugar videojuegos, días después decidí ir al local, cuando llegué vi que no era un lugar muy grande, el color verde predominaba en las paredes, había posters de videojuegos colgados en algunas paredes y había varios estantes donde se podía apreciar una gran cantidad de videojuegos, el lugar era muy acogedor.

Me dirigí hacia el mostrador para platicar con el joven que atendía el lugar, una persona amable y atenta,  mi intención era preguntarle acerca de videojuegos, entonces cuando me acerque logré apreciar que en sus manos tenia una miniatura de un soldado con armadura y que además lo estaba pintando, en el mostrador tenía más miniaturas de las cuales unos eran caballeros con armadura algunos de ellos montados en un caballo y unos más eran soldados con armadura futurista parecidos a los que alguna vez vi hace varios años, fue en ese momento cuando, por decirlo de una forma, entre oficialmente al mundo de las miniaturas y el modelismo, al final del día terminamos platicando más sobre las miniaturas que de videojuegos.

Durante los años que duró el negocio abierto, hice amistad con el dueño, el conseguía las miniaturas, pinturas y material de modelismo, también me daba tips de armado y pintado, de hecho era la única persona que conocía, con la que podía platicar sobre este hobby. Realmente es muy difícil tener un hobby en un lugar en donde nadie sabe o conoce sobre él, incluso hasta te llegan a ver como bicho raro y esto se hace más difícil cuando no tienes la posibilidad de viajar y conocer lugares o gente de otras ciudades o estados, algo que actualmente gracias a los avances en el ámbito de las telecomunicaciones es mucho más fácil de realizar y que en ese momento apenas estaban en sus inicios.

Es bien conocido que este hobby no es barato, se requiere de invertir tiempo y dinero, en esos días como a cualquier estudiante le pasa lo que sobra es tiempo y lo que falta es dinero por lo tanto no era tan fácil hacerme de miniaturas.

Sin embargo todo en la vida esta conectado, lo que hacemos y las decisiones que tomamos tienen repercusiones y la verdad nunca hubiera imaginado que la carrera que elegí estudiar me daría recursos para disfrutar de este hobby, resultó que salí bueno para programar y eso es algo muy valioso cuando uno es estudiante en una carrera de ingeniería en sistemas. Así que varios de mis compañeros me pedían ayuda o asesorías con sus proyectos a lo cual por lo general accedía, cabe mencionar que realmente no esperaba recibir nada a cambio, pero la gente no esta acostumbrada a que se les ayude sin que la persona que brinda la ayuda les pida algo a cambio, entonces algunos compañeros me invitaban el desayuno o la comida como agradecimiento y otros más me llegaron a pagar una cantidad simbólica por haberlos ayudado, con eso y las mesadas que me daba mi papá logre hacerme de algunas miniaturas de marcas como I-kore que actualmente están fuera de circulación, también otras que en lo personal me gustaron mucho y son del ya descontinuado juego de Confrontation de una empresa de origen francesa llamada Rackham; es curioso que el primer ejercito que coleccione no fuera de Warhammer 40k, si no de su contraparte, Warhammer Fantasy Battles, para ser más específico el de los elfos silvanos (Wood Elves), esos fueron buenos tiempos.

El negocio en donde compraba las miniaturas cerró después de algunos años y por un tiempo deje mi hobby para dedicarme al trabajo, en esos momentos ya había terminado la carrera. El tiempo pasó y tuve la oportunidad de trabajar fuera de mi ciudad natal, con lo cual empecé a conocer más gente y ampliar mis horizontes. Ya saben, la típica historia del joven de provincia que va a la gran ciudad. Y fue ahí cuando comencé a conocer gente que compartía mis gustos por el modelismo y el pintado de miniaturas, logrando que retomará mi olvidado hobby. 

En la primera parte que publique hace varios años mencione algo que había esperado mucho tiempo y que tiene un gran significado para mí, que en su momento no especifiqué y me refería a ese primer juego que en algún momento todos los que estamos en este hobby hemos tenido, en mi casó sucedió más o menos 14 años después de haber visto por primera vez a los marines espaciales en esas mesas de juego en una plaza cuando era un niño. 

Como bien mencione al principio de esta entrada todo tiene un tiempo y un lugar y así pasó con este primer juego, tuve la oportunidad de ir a una tienda dedicada a la venta de miniaturas para wargames, que actualmente sigue abierta.

Recuerdo sentir un poco de nervios al llegar a la tienda con mi ejercito de ultramarines, algunos estaban pintados pero la mayoría apenas tenían una capa de pintura, lo primero que dije fue si había algún problema si jugábamos con las minis aun sin pintar, parece ser que esa es una frase muy común por que tiempo después la seguí escuchando de otros jugadores, para fortuna mía la persona con la que jugué no tuvo problemas con eso, el llevaba un ejército de tiranidos y al igual que yo algunas de sus miniaturas no estaban del todo pintadas. De los momentos clave de la partida, uno fue cuando en el primer turno mi landraider (tanque) intentó avanzar y quedó inmobilizado siendo destruido en el siguiente turno, otro fue que una de mis escuadras tácticas acabó con toda una unidad de termagantes pero lo que no sabía era que había más de ellos esperando entrar al campo de batalla en el siguiente turno y finalmente un momento emocionante fue ya casi al final de la partida cuando mi comandante junto con su escuadra de mando se lanzaron al asalto contra un Trygon causándole varias heridas, al final del juego mi contrincante gano la partida. 



Lo más importante fue, más allá de ganar o perder ese juego, el hecho de haber convivido y conocido gente que compartía el gusto por este fantástico hobby, además de que entendí que todo tiene un tiempo y lugar y que después de tantos años logré jugar ese primer juego.

De esta forma termino una entrada más y si llegaron hasta aquí, les agradezco mucho el haber leído este pequeño pasaje de mi vida. Por último les dejo unas fotos de las primeras miniaturas que he terminado de pintar en este año que apenas comienza. Hasta la próxima.



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